La pericarditis o inflamación del pericardio puede presentarse como pericarditis aguda o crónica. Si la inflamación afecta también al músculo cardíaco, se denomina perimiocarditis. Por lo general, la pericarditis aguda dura hasta tres semanas. Para el diagnóstico de la enfermedad, privan los síntomas típicos de este padecimiento, que se caracterizan por:
- Dolor en el pecho.
- Falta de aliento.
- Signos de inflamación como fiebre, pulso rápido y respiración acelerada.
- El dolor punzante suele producirse detrás del esternón al acostarse y con la respiración profunda, la tos o los movimientos fuertes.
En el diagnóstico de la pericarditis se encuentran reacciones inflamatorias inespecíficas en los análisis de sangre. Con frecuencia, hay cambios en el ECG del segmento ST similares a los de un infarto de miocardio, así como trastornos de regresión de la excitación con ondas T negativas. Las amplitudes del ECG periférico están disminuidas.
La ecocardiografía también puede detectar derrames menores debidos a reacciones inflamatorias. Para el diagnóstico diferencial, una resonancia magnética puede proporcionar más información. En el caso de los derrames compresivos, se realiza una punción, es decir, una perforación en el lugar del derrame para obtener líquido para su examen. Se realiza con anestesia local.
¿Cuál es la causa de la pericarditis y cómo se diagnostica?
La causa de la pericarditis suele ser inexplicable. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes, la causa subyacente es probablemente una infección por determinados virus. Esta pericarditis vírica aguda suele estar provocada por enterovirus, herpesvirus, adenovirus y parvovirus B 19. Además de los patógenos víricos, las bacterias (especialmente el mycobacterium tuberculosis, que causa la tuberculosis), así como los hongos y los parásitos (muy raramente) también son posibles causas de pericarditis infecciosa.
Además, las enfermedades autoinmunes (por ejemplo, el reumatismo), el cáncer (radiación empleada en las terapias), los tumores, las enfermedades metabólicas como la gota, la insuficiencia renal, las consecuencias de una operación de corazón, un infarto pueden, los medicamentos ser la causa. Sin embargo, es posible en algunos casos, no encontrar una causa aparente para esta enfermedad.
Lo primero que debe hacerse es elaborar la historia clínica del paciente (anamnesis) y realizar una exploración física. En el caso de una pericarditis seca y aguda, el médico escucha el característico sonido de roce sobre la región del corazón con un estetoscopio. Deja de ser detectable en cuanto se forma un derrame en el pericardio, es decir, cuando la forma seca de la pericarditis se transforma en la forma húmeda exudativa. Para confirmar el diagnóstico, son útiles:
- El electrocardiograma.
- La ecografía del corazón.
- Algunas pruebas de laboratorio.
¿Cómo se aplican las técnicas de diagnóstico de la pericarditis?
El electrocardiograma (ECG) es un método de examen muy importante para el diagnóstico de la pericarditis aguda. También con el ECG, se muestra los cambios que corresponden al curso de la enfermedad. Sin embargo, distinguirlo de un ataque al corazón puede ser a veces difícil, lo que hace necesario complementar este estudio con otros análisis.
El examen ecográfico del corazón (ecocardiografía) es indispensable si se sospecha una pericarditis. No es destacable en la mayoría de los pacientes con pericarditis aguda siempre que no se haya formado un derrame pericárdico. Sin embargo, si hay pericarditis, el examen ecográfico proporciona información importante sobre el tamaño del derrame y sus efectos en la función de bombeo del corazón. El examen puede indicar posiblemente una enfermedad conjunta del músculo cardíaco.
Las pruebas de laboratorio son importantes para diferenciar entre un infarto y una pericarditis aguda. Sin embargo, las pruebas más importantes que son positivas para un infarto de miocardio (troponina y creatina quinasa) también pueden ser positivas para una pericarditis si ésta se ha extendido al músculo cardíaco (perimiocarditis). Además, se realiza un recuento sanguíneo y se determina la proteína C reactiva, los glóbulos blancos (leucocitos) y la velocidad de sedimentación sanguínea. Estos valores de laboratorio proporcionan información sobre una inflamación aguda en el organismo.
También se pueden emplear otros estudios tales como una radiografía de tórax para detectar o descartar una enfermedad pulmonar (por ejemplo, tuberculosis, tumor pulmonar) como posible causa de la pericarditis con derrame. En otros casos se puede considerar una pericardiocentesis, por ejemplo, si se sospecha de una enfermedad bacteriana o de un tumor. Si se sospecha de una enfermedad adicional del músculo cardíaco, puede ser conveniente realizar una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
¿Por qué emplear un electrocardiógrafo de Kalstein para diagnosticar la pericarditis?
El diagnóstico de la pericarditis suele ser difícil, sin embargo, suele apoyarse en la obtención de electrocardiogramas para establecer algunas de las formas de esta enfermedad. El electrocardiógrafo del fabricante de instrumentos Kalstein, es un equipo que se caracteriza por su facilidad de uso a través de una pantalla táctil, con una electrónica que permite disminuir el nivel de ruido de la lectura a la vez que corrige de forma automática la deriva de la línea base. Otros aspectos técnicos de este equipo, así como los precios, formas de compra y cotización se puede consultar en el link AQUI